NUESTRA VENGANZA SERÁ QUE SEAMOS FELICES

Si tuviéramos que describir a KENYA CUEVAS con pocas palabras, seguramente serían: solidaria, comprometida, resiliente. Su recorrido vital la ha llevado a ser activista por los derechos humanos, pues conoce de primera mano la discriminación y la violencia. Ella es fundadora y directora de Casa de las Muñecas Tiresias, asociación civil dedicada a apoyar a personas que enfrentan vulnerabilidad. En particular, trabajadoras sexuales, personas en situación de calle y/o usuarias de drogas. Su impulso y el de sus compañeras ha conseguido darles visibilidad, poner en marcha una casa hogar y asesorar a instituciones públicas para que practiquen el respeto a la diversidad.

Orgullosa mujer trans, Kenya está empeñada en borrar esas barreras con las que marginamos a muchas personas, ya sea por dónde viven, porque están presas o son portadoras de un virus (¿de qué siglas hablamos?, ¿de VIH, de Covid-19?). Acaso porque ejercen determinado oficio o porque consumen una sustancia. Tenemos más semejanzas que diferencias y, sobre todo, todas merecemos dignidad.